En mayo próximo se cumplirán 5 años desde que se suspendieron las clases en el Colegio Villas de San Ignacio. Pese a sus promesas, la actual Administración Municipal tampoco ha iniciado las obras que requiere el plantel para su funcionamiento.
A pesar de que en enero de la vigencia actual la Alcaldía anunció oficialmente que dicho centro educativo “normalizaría sus actividades en el segundo semestre de este año, los esfuerzos de la Administración local se centran en entregar este año las instalaciones”, ayer se dio a conocer que aún están pendientes varias tareas de construcción para su reapertura.
De acuerdo con lo expresado por el alcalde Rodolfo Hernández, tras un recorrido realizado en el citado colegio, a la fecha ni siquiera se han culminado los trabajos para lograr estabilizar el terreno que resultó afectado por una falla geológica.
“Estamos evaluando la terminación de la estabilización del colegio. Nos encontramos haciendo un avalúo con un ingeniero experto en suelos y esperamos el año entrante aplicar los recursos para terminar de una vez por todas sus reparaciones”, aseguró el mandatario de los bumangueses.
Hernández Suárez agregó: “estoy sorprendido de la manera tan irresponsable como Fonade decidió la localización del plantel en un relleno, que era el botadero de sobrantes de las obras que se hicieron para el Anillo Vial. Esta improvisación le ha valido a la ciudad más de $30 mil millones”.
¿Y cuándo se entregará?
Por el momento no existe la certeza de cuándo se habilitarían nuevamente las clases en este plantel, pues según la Secretaría de Educación Municipal, todavía falta ejecutar otra obra de mitigación en este mismo terreno.
“Una parte del problema hoy está mitigado, pero ahora se espera también intervenir la falla que existe sobre el sector de la vía. Estamos terminando el proceso de estabilización del talud. Este es el primer paso que había que dar para hacer la potenciación del colegio”, indicó Ana Leonor Rueda, Secretaria de Educación de la capital santandereana.
“Conociendo las afectaciones, tuvimos que conseguir recursos adicionales para poder terminar la estabilización del talud. En este momento no tenemos una fecha definitiva de apertura, pero sí es importante resaltar que se viene avanzando. En 2018 tendremos que hacer todos los trabajos eléctricos e hidráulicos, y las demás adecuaciones en pasillos y salones”, añadió la funcionaria.
Hay 700 afectados
Desde el cierre preventivo de este colegio más de 700 estudiantes del Norte de la ciudad han sido afectados en sus procesos formativos, pues tuvieron que ser matriculados en instituciones lejanas a sus sitios de residencia.
Como solución transitoria a este asunto, el Gobierno Local ha subsidiado el transporte de estos alumnos a lo largo de los últimos años, para recogerlos, llevarlos a clases y regresarlos a sus hogares.
Cabe mencionar que la Alcaldía anunció en pasados días que ya están asegurados los recursos para seguir transportando a estos menores en cuestión, durante el año entrante.
VANGUARDIA