9 diciembre, 2024

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Así va el Proceso de Paz un año después de su firma

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Más allá del acto simbólico, fue el momento en el que empezó el compromiso con la paz. Pero el balance no ha sido positivo, en especial frente a las víctimas que estarían el centro del Acuerdo, asunto en el que hay quejas desde algunos sectores porque no se han sentido representadas.

Así lo reconoce Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la U. Nacional, quien sostiene que el balance que deja este primer año de implementación del acuerdo es gris. Argumenta que no se trata de pintar una tragedia, pero tampoco de asegurar que todo está bien y se está cumpliendo.

Es innegable que el principal logro del Acuerdo de paz ha sido la disminución de los muertos . La meta de que los colombianos dejaran de caer en medio del fuego cruzado como había ocurrido durante 53 años se cumplió.

Las cifras hablan por sí mismas: en un año de confrontación se presentaban cerca de 3.000 muertos, en el año después de la firma van 78, según el ministerio de Defensa.

La Farc, como fue acordado, entregó fusiles y empezó a transitar el camino de la participación política. De este modo, dejaron atrás el recordado nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y hoy, a pocos meses de participar en las elecciones al Congreso y la presidencia esperan ser conocidos como Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

Sobre los compromisos de las Farc “se dieron avances importantes como la concentración de la mayoría de sus integrantes, la dejación de armas, y aunque hay casos de disidencias, el porcentaje no es alto. El Gobierno quedó corto con el desarrollo de algunas zonas veredales, pero también hay que decir que se cumplió con todo el proceso de identificación de los excombatientes, su cedulación y bancarización. Las Farc pudieron lanzar su partido político”, agregó Vargas.

No ha sido un camino de rosas. La Corte Constitucional, en el fallo que le dio vía libre al mecanismo “Fast track” para tramitar las leyes y reformas que garantizarían la implementación del Acuerdo, le devolvió al Congreso su natural facultad deliberativa frente a los temas que serían tramitados.

La decisión de la Corte buscaba preservar la división, el equilibrio y la colaboración entre las ramas del poder público. Sin embargo, se convirtió en la principal talanquera para el proceso de paz. Por ejemplo, la Justicia Especial para la Paz (JEP), considerada el corazón de la implementación, ha tenido un espinoso camino en el Congreso.

Pese a este panorama, el gobierno, la ONU y la comunidad internacional, consideran que el Acuerdo de paz es modelo en el mundo. “Es muy importante que entendamos que esta paz que hemos logrado con las Farc es muy valiosa. La apuesta que tiene el estado por la reincorporación de los ex combatientes es grande”, expresó el alto comisionado de Paz, Rodrigo Rivera, un año después de la firma del Acuerdo. Este es el claro oscuro de la implementación.

Los alivios que deja el proceso de paz

Menos armas en la guerra

Con la entrega de armas de las Farc se sacaron de la guerra 8.994 que eran utilizadas por los guerrilleros y fueron recibidas por la misión de observación de las Naciones Unidas, ONU. El registro final incluyó la destrucción de 1.765.862 cartuchos de munición, 38.255 kilogramos de explosivos, 11.015 granadas, 3.528 minas antipersonal, 46.288 fulminantes eléctricos, 4.370 granadas de mortero y 51.911 metros de cordón detonante. Además, se destruyeron las armas que se encontraron en las 750 caletas declaradas por los excombatientes en el proceso de reincorporación.

Rebajó el número de muertos en el conflicto

En el 2012, año de inicio de los diálogos de paz entre Gobierno y Farc, el promedio de personas muertas por las hostilidades, según datos del Ministerio de Defensa, ascendía a 3.000. Con la disminución de la intensidad de la confrontación y en comparación con datos históricos según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, CERAC, se previno la muerte de 2.796 personas durante las negociaciones. La Unidad Nacional para las Víctimas ha registrado 78 asesinatos en lo que va de 2017. El Centro Nacional de Memoria Histórica registró entre 1955 y 2016, 220.000 asesinatos por las hostilidades.

Los desplazados ya no son el pan diario

Una de las tragedias del conflicto armado con las Farc fue el desplazamiento de los campesinos que tuvieron que abandonar sus parcelas. Según informes del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), en cinco décadas de confrontaciones hubo 7.4 millones de personas desplazadas. Nuevos registros de la Unidad para las Víctimas de la Presidencia de la República especifican que, en 2012, cuando iniciaron los diálogos, se presentaron 233.874 desplazados, pero durante el último año del conflicto armado se han presentado 48.335. Según esta entidad representaría una reducción del 79 por ciento.

Colombia deja el fantasma de las minas

La siembra de minas antipersonal por las Farc y otros grupos armados ilegales dejó en 2012, 770 personas lesionadas y en 2013, 420 víctimas afectadas por estos artefactos explosivos. Con el avance de las negociaciones fueron disminuyendo paulatinamente las afectaciones: en 2014, 292 víctimas; en el 2015, 222; en el 2016, 89; y en lo corrido de 2017 van 39 lesionados. Para bajar el número de personas que padecen una lesión por artefactos explosivos improvisados el Gobierno implementó un plan piloto de desminado que nació del Acuerdo. Al

31 de octubre de 2017 van 587 municipios sin sospechas de minas, 243 en intervención y 292 por intervenir.

Menos territorios con presencia de Farc

Al momento de la desmovilización, las Farc tenían presencia en 242 municipios de Colombia, lo que representaba, según el ministerio de Defensa, un 21 por ciento del territorio nacional. Cuando comenzaron a desplazarse a las zonas veredales transitorias de normalización, ocuparon 26 espacios territoriales, es decir, desocuparon militarmente el 90 por ciento del espacio que coparon, según la fundación Paz y Reconciliación. Bajo este panorama, el gobierno logró llegar a zonas alejadas e identificar 1.308 proyectos en 52 municipios para mejorar la calidad de vida en temas de salud, construcción de parques infantiles, dotación de escuelas, carreteras, entre otros.

El secuestro, en sus cifras más bajas

El informe de la fundación Paz y Reconciliación, entidad que se ha especializado en estudiar el conflicto armado y sus consecuencias, registró un descenso dramático del flagelo del secuestro. Según sus estudios en 2015 hubo 281 municipios con 93 plagios y en 2016 la cifra cayó a 61. Si bien los datos difieren de los presentados por el ministerio de Defensa, en su registro esta cartera muestra una baja significativa en periodos comprendidos entre enero-octubre así: en 2012 hubo 262 plagios, en 2013, 259; en 2014, 252; en 2015, 197; en 2016, 180 y en 2017, 167 secuestros en general. En la ofensiva durante el último año de la firma del acuerdo se liberaron 91 plagiados que estaban en poder de grupos ilegales.

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