En las calles de Bucaramanga, una oda visual se erige en honor al talentoso maestro Guillermo Espinosa, artista y escultor que dejó una marca indeleble en la ciudad. Un mural inspirador ahora adorna las inmediaciones del Parque de los Niños, en la carrera 27, como un tributo vibrante a la memoria de este destacado creador.
El colectivo de arte urbano “Tres Perros”, merecedor de una beca del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (Imct), ha asumido la responsabilidad de dar vida a este sentido homenaje póstumo. Guillermo Espinosa, declarado hijo ilustre de Bucaramanga por la Alcaldía, dejó una profunda huella con su prolífica producción artística, enriqueciendo la estética de la llamada “Ciudad Bonita”.
El legado de Espinosa se perpetúa en la majestuosidad de sus esculturas
Desde el emblemático “Camino de Hormigas” en la Puerta del Sol, pasando por el inolvidable “Clavijero” en el Parque de los Niños, hasta la icónica baranda del Viaducto La Flora. Un legado cultural que sigue cautivando y que ahora cobra nueva vida en este mural inspirador.
Sebastián Gómez Vargas, miembro del colectivo “Tres Perros”, explicó que este mural forma parte de un ambicioso proyecto artístico que abarcará diversas áreas de Bucaramanga.
Bajo el título “Por Siempre Bumangués”, esta iniciativa pretende crear un “tour artístico” que inyecte vida y color en distintos rincones de la ciudad. En esta ocasión, el homenajeado es el ilustre maestro Guillermo Espinosa, cuya partida hace trece años dejó un vacío en el mundo artístico y cultural de la región.
El mural capta la esencia del “escultor de Bucaramanga” a través de una paleta de colores azules y amarillos, que destilan vitalidad y energía, reflejando su espíritu creativo y su inquebrantable conexión con la ciudad que tanto amó.
La Vida Tras el Arte
Guillermo Espinosa, nacido el 5 de febrero de 1939 en Bucaramanga y fallecido en Piedecuesta el 16 de agosto de 2010, fue un artista cuya pasión y dedicación lo llevaron a explorar diversas formas de expresión desde temprana edad. Desde su niñez, su obra resonó con elementos costumbristas que abarcaban todas las etapas de su vida, desde la infancia hasta la vejez.
A lo largo de su carrera, Espinosa participó en exposiciones individuales y colectivas en varias ciudades del mundo, marcando su presencia en lugares como Bogotá, Medellín, Caracas, Chicago, Miami, Buenos Aires y más. Su reconocimiento fue sellado con el Primer Premio Nacional en el II Salón de Artes Plásticas del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá (MAC) en 1981.
El arte de Guillermo Espinosa se desplegó en formas diversas, desde trazos minimalistas que reflejaban su evolución artística hasta pinceladas expresivas y vibrantes que llenaban sus obras de color y vida.
Su legado, ahora inmortalizado en el mural de Bucaramanga, sigue inspirando y deleitando a quienes recorren sus calles y aprecian la riqueza de su visión artística.