Los efectos de la crisis en Venezuela cada día se perciben con mayor incidencia en la capital santandereana. Además de las decenas de familias que pernoctan en parques y espacios públicos de la ciudad, las filas de migrantes venezolanos para recibir alimentación se hacen más largas con el paso de los días.
Desde septiembre pasado la Fundación Posada del Peregrino comenzó a atender a decenas de ciudadanos provenientes del vecino país. Actualmente, esta ONG atiende diariamente a más de 300 venezolanos que llegan hasta sus puertas en busca de almuerzo.
“Desde hace unos cuatro meses empezamos a notar la llegada de venezolanos. En un principio eran 30, 40 y hasta 50 personas las que atendíamos, hoy estamos sirviendo más de 300 almuerzos para migrantes y cada día este número crece, ya ni alcanzan los fichos”, informó el representante legal de Posada del Peregrino, quien solicitó la reserva de su identidad.
“Sigue llegando gente”
De acuerdo con lo indicado por este vocero de la Fundación, el arribo de venezolanos a Bucaramanga no ha cesado desde entonces: “todavía está llegando mucha familia venezolana. Esta situación es preocupante porque no se ha visto ningún plan de acción o de contingencia por parte del Gobierno”.
Según esta fuente, las autoridades deberían intensificar sus controles para este tipo de población, “el Gobierno debería censar y llevar un registro de los venezolanos que hay en la ciudad, para que aquellos que tienen problemas con la ley sean deportados y que se les dé apoyo a aquellos que vienen a trabajar o en búsqueda de familiares. Estos migrantes tienen un perfil muy diferente al de los habitantes de calle que normalmente atendemos”.
Margarita Pineda, quien es voluntaria en la Posada del Peregrino hace más de un año, también tiene la misma impresión de los migrantes: “en el trato con ellos uno se da cuenta de que es gente amable y que está muy agradecida por la acogida que les ha dado la ciudad; se ve que es gente trabajadora. Lo que más atendemos son familias con uno o dos hijos. También vienen muchos jóvenes solos, que por lo que hemos visto, tienen trabajos informales o hacen algún tipo de arte en esquinas”.
“se están viniendo a pie”
El padre Sergio Suárez, sacerdote de la diócesis de San Cristóbal y quien por estos días apoya la labor de la Posada del Peregrino, entregó su percepción sobre esta situación que existe en Venezuela y Bucaramanga.
“Los venezolanos están saliendo sin ningún preparativo ni plan; incluso, hay gente que se está viniendo a pié desde Cúcuta. Esta crisis ha alcanzado un estado muy lamentable; lo más triste es que nuestra gente sigue abandonando Venezuela, supe que de Barquisimeto salieron cerca de 3 mil personas en buses”, aseguró Suárez.
El clérigo agregó: “he conocido 5 o 6 organizaciones sin ánimos de lucro que están trabajando por los venezolanos en Bucaramanga. Sería bueno que entre estas fundaciones y los entes del Estado se cree una red social de ayuda al migrante, para que así haya una asistencia mucho más eficaz”.
VANGUARDIA