“Eso fue a la madrugada que estaba lloviendo y todo esto se tapó (el patio). Salimos a destapar los sifones y a mi cada vez me olía más a limón, y el limón eran que venían encima los árboles con tierra y todo”, narró la mujer.
Con la ayuda de su esposo logró salir de la cantidad de tierra que se le había venido encima y desde entonces ella y su esposo no sólo viven intranquilos con el pedazo de tierra, sino con el desespero porque hasta el momento no se les ha brindado solución.
Tito Antonio Muñoz, esposo de la afectada, dijo que la tierra se les está viniendo encima desde hace mucho tiempo, pero que este año ha sido con mayor fuerza.
“Le hemos pedido a Infraestructura que nos ayude construyendo un muro de contención, pero primero nos dijeron que no se podía y ahora que tenemos que esperar un estudio”, señaló.
Pero esta no es la única casa que está en riesgo, cuatro casas más tienen peligro. A la fecha, la única intervención que han tenido por parte del municipio es la tala de los árboles que estaban en el talud y que le hacían peso.
Esto no supuso tranquilidad para los afectados, pues con los aguaceros de la presente temporada de lluvias la tierra sigue viniéndose de a poco y reduciendo el espacio que había entre las viviendas y el talud.
En estudio
Debido a que las lluvias se extenderán hasta mediados de diciembre y por tanto el riesgo persistirá para estas familias, esta redacción consultó al Secretario de Infraestructura, Gerson González, sobre la posibilidad de construir el muro solicitado. Al respecto contentó: “Sobre las obras de estabilización, iniciamos a elaborar un proyecto con el fin de gestionar los recursos”. Pero, no entregó detalles de cuánto podría costar o de cuándo podría estar listo. El funcionario resaltó la tala de los árboles que incrementaban el riesgo de deslizamiento.
VANGUARDIA