En un fallo que ha resonado en la comunidad médica, el cirujano de renombre, Antonio Figueredo Moreno, fue condenado por los delitos de violencia intrafamiliar y acceso carnal violento agravado, en relación con la golpiza infligida a su expareja, María Paula Pizarro, quien en ese momento era estudiante de medicina.
El proceso judicial que se prolongó por más de dos años llegó a su culminación con la sentencia, en la que se expusieron pruebas contundentes que señalan al médico como culpable de varios actos de violencia física y sexual.
Durante la audiencia, la Fiscalía General de la Nación presentó evidencia que detallaba varias agresiones físicas, incluida la primera ocurrida en agosto de 2021 en un motel local. En ese incidente, se reveló que Figueredo mostró comportamientos controladores y obsesivos, y la situación escaló cuando propuso un trío, generando una violenta reacción al ser rechazado.
La agresión más grave ocurrió el 13 de noviembre de 2021, donde Figueredo golpeó a María Paula, causándole lesiones en el rostro y otras partes del cuerpo. El relato de los hechos reveló la brutalidad de la golpiza, describiendo cómo la víctima fue golpeada repetidamente, evidenciando un patrón de violencia física y psicológica.
Aunque el médico fue condenado, la cuantificación de la pena se pospuso para el 25 de enero, fecha en la que se determinará la duración de su sentencia. La Fiscalía, por su parte, ha solicitado una condena ejemplar, destacando los graves daños físicos y psicológicos sufridos por María Paula Pizarro.
Este caso ha generado un debate sobre la importancia de abordar y condenar la violencia de género, incluso cuando involucra a figuras prominentes en la sociedad, y destaca la necesidad de que el sistema judicial actúe como un protector eficaz de las víctimas en casos de abuso y violencia doméstica.
