Bucaramanga es la primera ciudad del área metropolitana en empezar a mostrar resultados sobre el control de gallinazos en dos puntos críticos. El AMB coordina acciones para que en 2018 eso ocurra en los demás municipios del área.
Según los registros del AMB, Área Metropolitana de Bucaramanga, de las 31 plazas de mercado que hay en área metropolitana solo 4 (13%) cumplen la norma a cabalidad, 7 (22,5%) cumplen de manera parcial y 20 (64,5%) se muestran como puntos críticos.
Aunque es claro que aparte de las plazas de mercado hay otros lugares de concentración de gallinazos, según la aeronáutica civil, 16 puntos críticos están dentro del radio de acción (13 kilómetros) del aeropuerto Palonegro, por lo cual exigió a las autoridades municipales acciones al respecto.
De esa manera, según Samanta Barrera, ingeniera adscrita al grupo de residuos sólidos del AMB, la entidad tomó las riendas para integrar las acciones municipales, guiando a sus funcionarios en la formulación de los planes de manejo y control aviario, con el fin de que se pudieran medir con indicadores.
“El 2017 termina con la implementación de estos planes que fueron entregados al AMB, para que hiciéramos seguimiento durante 2018 en cuanto al cumplimiento de los objetivos plasmados. Lo más importante de este ejercicio ha sido la identificación de los puntos críticos y la manera de monitorear el número de gallinazos”, argumentó la ingeniera Barrera.
Acciones en Bucaramanga
En la capital santandereana, según el ingeniero Carlos Alberto Patiño Cruz, adscrito a la Subsecretaría de Medio Ambiente local se ha detectado que hay concentración de gallinazos en varios puntos pero no todas éstas son puntos críticos.
“Sabemos que los gallinazos viven en la parte montañosa del norte de la ciudad y en el relleno sanitario, pero en este último no se alimentan porque el manejo de residuos sólidos allá es el adecuado. Los puntos críticos a controlar son adonde los animales van a alimentarse, como las plazas de mercado”, aseguró Patiño Cruz.
Por eso iniciaron controles especialmente en dos plazas de mercado, San Francisco y Guarín, por medio del Plan de Manejo Ambiental, logrando disminuir el riesgo, tras reducir la presencia de gallinazos en éstas.
“En la Plaza de San Francisco la disminución de aves fue del 30% gracias a la tarea cumplida con la comunidad y el compromiso de los administradores. En la plaza Guarín, la disminución fue del 10%. Con esto se mejora la calidad de vida de los ciudadanos y se reduce la problemática que se vive en el aeropuerto Palonegro”, explicó el ingeniero Patiño.
VANGUARDIA