El fin de año llegó con una información que causó temor: Aguas de Barrancabermeja supuestamente iba a emprender un proceso de racionamiento del preciado líquido por el bajo volumen de la ciénaga San Silvestre.
Sin embargo, el tema fue solo una inocentada que alcanzó a asustar a más de un barranqueño que hizo público su enojo en un momento en el que la captación del agua potable está en tela de juicio por cuenta de la operación del relleno sanitario Yerbabuena, propiedad de la empresa Rediba S.A.
Gustavo Calderón Silva, jefe de la Unidad de Alcantarillado de la empresa prestadora, desmintió el presunto racionamiento, asegurando que el embalse tiene la capacidad suficiente para atender las necesidades de la población, a pesar de las altas temperaturas que últimamente han azotado a la ciudad.
“En este momento tenemos un nivel de 5.10 metros, por lo que no se ha contemplado ningún tipo de suspensión”, señaló.
El funcionario anotó que, aunque ha estado ad portas, Barrancabermeja nunca ha tenido que padecer la restricción del preciado líquido.
No obstante, advirtió que en caso de llegarse a dar tal novedad, la comunidad también tendría arte y parte en ella.
“Vemos cómo en estas temporadas secas, la comunidad riega con agua potable las calles que están sin pavimentar. Para ellos funciona, pero para nosotros representa un riesgo y un costo, el de potabilizar un agua que no debe ser empleada para ese fin”, puntualizó.
La vez que más baja ha estado la cota del embalse en la ciudad fue hace tres años cuando marcó 4.40 metros por cuenta del fenómeno de El Niño. “Nunca hemos estado por debajo de ese nivel, pero es importante que la comunidad mantenga un buen uso y ahorro del agua, sobre todo si continuamos con la temporada de sequía”, concluyó.
VANGUARDIA
