Mucho se ha especulado en los últimos días sobre la supuesta entrega de un muelle de embarcadero de canotaje, ubicado en Valle de San José y de propiedad del municipio de San Gil, a una empresa privada de la región. Donde algunos veedores ciudadanos han afirmado que al entregarse esta propiedad a una compañía privada, las empresas de canotaje que trabajan en este sector deberán pagar cuotas para poder ejercer sus actividades turísticas allí.
Esta redacción trasladó la inquietud de la comunidad ante el alcalde Ariel Fernando Rojas, quien manifestó que este tema era competencia de la Secretaría de Cultura y Turismo de San Gil; por su parte, la jefe de esta cartera, Lina Marcela Salazar Remolina, dio a conocer que ese fue un proceso que hizo en su momento la exsecretaria Celmira Pereira, donde se les dio a conocer a todos los empresarios de deportes de aventura la oportunidad de llegar a un equipo de trabajo y darle funcionalidad a este espacio; contemplando la idea de organizar al sector turístico y decretar en un solo punto la salida de canotaje. No obstante, la funcionaria subrayó que en una visita técnica que se realizó al lugar, las empresas de turismo afirmaron que no era posible estar todos desde un mismo punto, por el mal estado en el que se halla la vía de acceso.
“Por medio de Agasturín se hizo una convocatoria para quienes estuvieran interesados en recibir el embarcadero, pero no llegó ni una sola propuesta. Aledaño a este terreno hay un hotel que está legalmente constituido y ellos hacieron una propuesta, se le da el arrendamiento a esta persona; pero es importante aclarar que este terreno estaba totalmente abandonado, porque se robaron los baños y las instalaciones eléctricas, siendo una de las condiciones del contrato, hacer las respectivas mejoras”, dijo Salazar Remolina.
“ESTÁ PROHIBIDO USAR ESTE EMBARCADERO”
Celmira Pereira Franco, exdirectora del Instituto de Cultura y Turismo, reveló que este embarcadero no puede ser utilizado por ninguna empresa de canotaje de la región, ya que el municipio de Páramo prohibió la salida de botes de este lugar, por un accidente ocurrido hace unos años, el cual está en proceso de investigación; por lo tanto es imposible cobrar ninguna tarifa, ya que nadie puede hacer uso del mismo.
“Nosotros le hicimos una revisión del estado en el que se hallaba este lugar, el cual era lamentable, se robaron los sanitarios, chapas de puertas y tanques, por eso se concluyó que se debía entregar a un particular para que lo protegiera. En este momento el embarcadero ya está en arriendo y solo debe ser utilizado para activiades turísticas como escuelas de Kayak”, concluyó Pereira.
VANGUARDIA