Iniciativas ejemplares de energías limpias transforman comunidades en Santander.
En el sector de El Progreso Los Andes, en el municipio de Tona, en el páramo de Berlín, Santander, los habitantes experimentaban dificultades debido a un obsoleto sistema de alumbrado público que afectaba su seguridad y el desarrollo de sus actividades agrícolas.
Las antiguas luminarias se habían fundido, dejando al sector en completa oscuridad. La iluminación era esencial para las labores de carga de cebolla en camiones y para desplazar los vehículos hacia los puntos de venta.
“Nos veíamos obligados a utilizar linternas, como luciérnagas, para caminar por las noches o cargar los camiones”, expresó Luis Fernando Villamizar, presidente de la Junta de Acción Comunal de las veredas Parra y Juan Rodríguez en el sector Los Andes de Berlín.
Ante esta situación, se ideó una estrategia para obtener los recursos necesarios.
Nicolás Mantilla, gerente del refugio Piedra Parada, donó un toro a los miembros de la Junta de Acción Comunal. Ellos organizaron una rifa y vendieron boletas para recaudar dinero, el cual se utilizó para adquirir luminarias que funcionan con energía solar.
Por otro lado, en la Central de Abastos de Bucaramanga, conocida como CentroAbastos, se llevó a cabo una destacada iniciativa. En este importante centro, donde trabajan alrededor de 7.500 personas de manera directa e indirecta, convergen individuos de diversos municipios de Santander y de todas las condiciones socioeconómicas.
Dado que la Central de Abastos está en constante actividad y los costos de energía eran significativos, se implementó una planta solar fotovoltaica el pasado viernes. Esta planta cuenta con células de silicio que convierten la luz solar en energía eléctrica.
Carlos Quiroga, gerente de CentroAbastos, destacó la relevancia de esta iniciativa al afirmar: “Somos la primera Central de Abastos del país en contar con energía renovable. Cada mes ahorramos entre $80 millones y $100 millones en consumo”.
Estas iniciativas ejemplares de energías limpias demuestran cómo el uso de tecnologías sostenibles puede mejorar la calidad de vida de las comunidades en Santander, promoviendo el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.
