A las 8:19 de la mañana del domingo, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de Sandra Milena Jaramillo Caro en la habitación 501 de un hotel ubicado en la carrera 52 con calle 57, cerca a la Plaza Botero del centro de Medellín. La mujer de 37 años trabajaba como vendedora ambulante y, según la policía, presentaba señales de estrangulamiento.
Los patrulleros no llegaron a esa habitación por casualidad: minutos antes, un hombre de 35 años que dijo ser amante de Sandra Milena llegó al CAI de la Plaza Minorista y confesó que la había asesinado, supuestamente por venganza.
La pareja llegó al hotel a las 9 de la noche del sábado y, según testigos citados por el periódico Q’hubo, pidieron licor a domicilio. Al parecer, los trabajadores del hotel no escucharon gritos de auxilio. El hombre fue sindicado por los hechos.
El otro caso ocurrió en el barrio El Playón, al norte de Medellín. A las 5:00 p.m. del domingo, la policía encontró el cadáver de una mujer desconocida en la habitación de un hotel, al que había llegado en horas de la mañana en compañía de un hombre.
Según los empleados, la pareja rentó el cuarto por unas horas y a eso del mediodía, el hombre salió del hotel. El huésped dijo que iba a comprar comida, pero nunca regresó. La policía aún está investigando las causas de la muerte.
Aunque la Fiscalía tiene en sus manos 34.571 procesos relacionados con feminicidios, apenas hay 3.600 condenas, según un estudio de la Dirección Nacional de Pastoral Social. Es decir, la impunidad es de casi el 90 %.
ELCOLOMBIANO