“Volvieron las chuzadas ilegales a Colombia”, así describió el fiscal Francisco Barbosa a la reciente revelación en la que se conoció que Marelbys Meza, exempleada de la jefe de Gabinete, Laura Sarabia, había sido ‘chuzada’ por la Dijín durante diez días.
En la tarde de este jueves, Cambio reveló que la línea de teléfono celular de Marelbys Meza, exempleada de la jefe de Gabinete, Laura Sarabia, fue “plantado” en una lista líneas para una investigación contra el ‘Clan del Golfo’.
“No puede admitirse que estas prácticas sean aceptadas en Colombia”, señaló el fiscal Barbosa en rueda de prensa, quien añadió que el número de Meza habría sido incluido en esa lista como el de la cocinera de alías ‘Siopas’, cabecilla del ‘Clan del Golfo’ en el Chocó.
Según Barbosa, estas prácticas son muestra de una vulneración de los derechos humanos.
“No puede admitirse que estas prácticas sean aceptadas en Colombia”, señaló el fiscal Barbosa en rueda de prensa, quien añadió que el número de Meza habría sido incluido en esa lista como el de la cocinera de alías ‘Siopas’, cabecilla del ‘Clan del Golfo’ en el Chocó.
Según Barbosa, estas prácticas son muestra de una vulneración de los derechos humanos.
El caso deriva de la cuestionada prueba de polígrafo que le realizó Laura Sarabia a su exniñera Marelbys Meza tras el hurto de un maletín con 7 mil dólares en la casa de la jefe de gabinete de Petro.
Según se conoció, a Marelbys Meza la habrían incluido ilegalmente en una lista del Clan del Golfo, todo con el objetivo de que un juez avalara interceptaciones en su contra.
Y así lo dejó conocer el fiscal Barbosa. “Esto, más allá de los detalles, más allá del caso, es una aberración que no se puede presentar en Colombia. Esto le puede pasar a cualquier colombiano hoy. Volvieron a dos personas, una niñera y una persona que colaboraba por días, en alias La Cocinera y alias La Madrina para hacerlas pasar como ayudantes del Clan del Golfo y escucharlas a través de un informe de policía judicial. Por estas prácticas ya hay condenas en Colombia”, aseguró el fiscal.
Durante la rueda de prensa, la vicefiscal Martha Mancera también explicó que para realizar esa actividad se usaron las salas de escucha de la Policía Nacional. “La sala de comunicaciones se usa efectivamente para perseguir estructuras criminales. Por eso en este caso se trata de una comunicación ilegal, dándole apariencia de haberla ordenado un fiscal, pero con un soporte totalmente falso. Es usar los mismos medios disponibles que tiene la Policía para escuchar a los criminales como el Clan del Golfo”, explicó.
Frente a este panorama, el fiscal dijo que esta actividad dijo que el caso de las chuzadas “nos pone en las épocas más negras, más oscuras de la historia judicial colombiana. Esto ya lo vivió Colombia. Ahora convirtieron a dos empleadas en miembros del Clan del Golfo para escucharlas ilegalmente”.