La víctima era un joven de 17 años, estudiante de octavo grado de bachillerato, quien había sido visto con vida por última vez el pasado 27 de diciembre a las 8:00 de la noche, y según sus familiares tenía problemas de adicción a los estupefacientes.
“Dicen en el barrio San Martín que estaba con dos muchachas que venden droga. Después un conocido lo vio en la entrada del barrio El Rocío y ya no se supo nada más de él”, dijo la madre del occiso.
Búsqueda y hallazgo
Desde entonces, los allegados al joven reportaron la desaparición ante la Fiscalía y emprendieron una búsqueda por toda el área metropolitana durante 4 días.
“Colocamos volantes por todos lados y nada. Al ver que no aparecía mi corazón de madre me decía que algo le había pasado. Y preciso, el lunes lo estábamos buscando y a las 4:00 de la tarde el presidente de la Junta del barrio San Marín nos dijo que habían encontrado un cuerpo en la cañada y que tenía un tatuaje en la pierna izquierda. Fuimos y todo coincidía con las especificaciones de él”, agregó la progenitora.
Y si bien la víctima ya fue identificada, las causas de su muerte siguen siendo un misterio tanto para las autoridades, como para sus familiares.
En razón a que el cuerpo, el cual fue hallado sin documentos y en descomposición, no presenta señales evidentes de violencia, sólo hasta que le realicen la necropsia se podrán determinar con exactitud las causas de la muerte.
“Llegamos a una deducción de que fue por robarlo, ya que ese día estaba estrenando unos zapatos Adidas, o puedo haber sido una sobredosis de alucinógenos”, son las dos hipótesis que manejan los parientes de la víctima, quienes pidieron a las autoridades que se esclarezca el hecho.
El fallecido vivía en el barrio La Pedregosa y frecuentaba constantemente el barrio San Martín.
Según sus familiares, en reiteradas ocasiones intentaron ayudarlo a superar su adicción a las drogas, pero volvía y recaía, principalmente por las malas amistades.
VANGUARDIA