Gran polémica ha causado en el país la visita de Mariana Pajón, Fernando Gaviria, Rigoberto Urán y otros importantes ciclistas colombianos al Palacio de Nariño en el que fueron recibidos con honores por el Presidente Santos. Varios motivos no muy gratos se desprenden de este hecho. El primero son las desesperadas movidas del cuestionado presidente de la Federación de Ciclismo Jorge Ovidio González, quien a punta de engaños y falsas promesas llevó a estos jóvenes ingenuos a Palacio con el fin de promocionar una carrera sin presente, sin futuro y sin patrocinadores: la tal Carrera por la Paz a llevarse a cabo en febrero del próximo año en el país. Para otros deportistas el acto de los ciclistas colombianos ayer fue visto como una traición, pues consideran que se dejaron comprar por migajas por el gobierno y que olvidaron la puñalada que hace tan solo unos meses Juan Manuel Santos le dio al deporte de nuestro país reduciendo abruptamente su presupuesto para el próximo año. Por otro lado manifiestan algunos, que el show de ayer fue un montaje del mismos Jorge Ovidio González para tapar el millonarios desfalco en torno a las pistas ciclocross que se construyeron en el país y que al parecer habrían quedado con serias fallas técnicas que hasta la misma Mariana Pajón habría denunciado publicamente, y las cuales no han podido ser tapadas por el Presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo. En fin, haya sido como haya sido, el hecho es que nuestros ídolos del ciclismo terminaron como idiotas útiles al servicio precisamente de quienes más daño le han hecho al deporte de nuestro país en muchos años. Es de resaltar la no participación de Nairo Quintana en este circo, pues si por algo se ha caracterizado es por ir de frente y no hacerle el juego a nadie.