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Los secretos de Rodolfo Hernández

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La Procuraduría está convencida de que Rodolfo Hernández quiso favorecerlo en el contrato de las basuras. Estas son las evidencias que manejan.

Por los presuntos negocios bajo la mesa que pactó su hijo con varios empresarios, en desarrollo de un millonario contrato público para el manejo de las basuras en Bucaramanga, el alcalde Rodolfo Hernández está contra las cuerdas.

Grabaciones de audio, declaraciones bajo juramento, contratos bajo sospecha y miles de mensajes privados sobre millonarios negocios en la alcaldía de Rodolfo Hernández tienen al alcalde de Bucaramanga contra las cuerdas.

Su principal verdugo parece ser su propio hijo, Luis Carlos Hernández, quien según varios chats en poder de Noticias Caracol, manejaba presuntamente los hilos del poder para direccionar contratos a cambio de comisiones. En particular en el fallido negocio para cambiar el modelo de operación de las basuras en Bucaramanga, un contrato a 30 años por 750 mil millones de pesos.

La Procuraduría tiene evidencias de que este negocio, al parecer, estuvo amarrado desde el principio para favorecer a la unión temporal Vitalogic. Los protagonistas de estos comprometedores chats, que empezaron en enero de 2016, son el hijo del alcalde y los empresarios Carlos Gutiérrez Pinto y Luis Andelfo Trujillo como intermediarios de Vitalogic.

Los mensajes, que revelan un triunvirato de poder y lobby tras bambalinas, fueron entregados a la Procuraduría por Luis Andelfo Trujillo, otrora socio del hijo del alcalde y hoy el principal testigo en su contra.

El pasado 2 de julio, Trujillo reveló el pacto que acordó con Hernández y Gutiérrez para favorecer a Vitalogic. La bitácora de encuentros con el alcalde y las comisiones prometidas que rondaban el 2.2 por ciento del negocio, tal como lo estipula este contrato. Es decir, algo así como 16.500 millones de pesos.

El testigo contó, mientras leía sus propios chats para corroborar sus denuncias, que tras dos reuniones con el alcalde Hernández, el 22 de abril y el 24 de junio de 2016, el negocio era un hecho.

La “calavera”, según Trujillo, era Jorge Hernán Alarcón, contratado en julio de 2016 por la empresa de aseo de Bucaramanga para estructurar el proceso de las basuras. El alcalde Hernández, ante la junta directiva de la entidad, reconoció que él lo impuso en ese cargo.

El pasado 10 de agosto la Fiscalía les imputó cargos al exgerente de la empresa de aseo José Manuel Barrera y al estructurador Jorge Alarcón al constatar que su contratación estuvo plagada de delitos con el fin de asegurar el manejo del contrato de las basuras.

Luis Andelfo Trujillo, quien también afronta líos judiciales por el presunto delito de lavado de activos, leyó otro chat clave en el que Luis Carlos Hernández dice: “ya mi papá habló hasta con Florin, Florin es el rumano que es el de los de Vitalogic. Ya eso es un hecho. toca ahora es esperar”.

Aunque todo estaba aparentemente cuadrado para Vitalogic, el proceso tuvo muchos inconvenientes. Primero, por fallas del estructurador Jorge Alarcón, quien al final fue removido por la empresa de aseo. Luego, porque Vitalogic no acreditó la póliza necesaria para respaldar el contrato y el negocio se declaró desierto. El alcalde Rodolfo Hernández, muy molesto, se quejó en mayo de 2017 con el entonces director jurídico de la empresa de aseo, César Fontecha.

Fontecha también fue despedido por el alcalde por acusaciones de corrupción. Vitalogic demandó a la empresa de aseo por no haberle otorgado el millonario contrato y exigió una indemnización de 579 mil millones de pesos, pero el pasado 21 de junio el tribunal de Santander negó sus pretensiones.

Los chats

La columna vertebral del proceso contra el alcalde Rodolfo Hernández son miles de chats que su hijo Luis Carlos Hernández se cruzó con su exsocio Luis Andelfo Trujillo. Dichos mensajes revelan el poder que tenía en la alcaldía, cómo definía comisiones y que tenía información privilegiada sobre contratos públicos.

Noticias caracol revisó miles de estos mensajes comprometedores. En uno hablan de un negocio de antenas, en otro de un posible negocio relacionado con la empresa de acueducto de Bucaramanga.

Paralelo a esos negocios, Trujillo y Hernández seguían impulsando el contrato de las basuras. En un chat del 29 de julio de 2016 se afirma, incluso, que le dieron una plata al estructurador Jorge Alarcón, al que le decían calavera.

Pero no eran los únicos negocios. Durante meses promovieron la compra de la cartera del acueducto al banco Helvetia para refinanciar la deuda a 20 años. Un proyecto muy rentable.

El 28 de noviembre de 2016, Luis Carlos Hernández le pregunta a su socio que, de concretarse el negocio, cuánto les tocaría a ellos y el 12 de diciembre de ese mismo año, el propio hijo del alcalde solicita que la comisión quede por escrito.

La defensa

En su versión ante la Procuraduría, el alcalde Rodolfo Hernández se defendió con las uñas. Aseguró que Bucaramanga lleva años en emergencia sanitaria porque El Carrasco no da abasto para procesar las mil toneladas de basura, que su propuesta era solucionar de una buena vez el problema, que no conocía al estructurador Jorge Alarcón y que los verdaderos delincuentes fueron sus antecesores.

Advirtió que este es un montaje de sus enemigos políticos y sobre Luis Andelfo Trujillo, exsocio de su hijo en el negocio de las basuras, dijo “para mí es un bandido, mentiroso, falso, redomado, mentiroso”.

Lamentó lo que hizo su hijo firmando contratos de comisiones que no podía recibir, pero lo exculpó asegurando que no sabía lo que hacía: “a él le pareció fácil decir que sí sin saber lo grave que es eso en el servicio público y sin darse cuenta el compromiso que él me hacía, lo que me podía pasar a mí”.

En esa misma línea, declaró Luis Carlos Hernández, el hijo del alcalde. Ante la Procuraduría el pasado 29 de mayo insistió en que nunca trató de favorecer a Vitalogic, que es falso que maneje los hilos de la contratación en la alcaldía y que fue un ingenuo al firmar ese contrato de comisiones con Carlos Gutiérrez y Luis Andelfo Trujillo: “Soy tan ingenuo, tan bobo, tan estúpido, como lo quieran llamar que no se me hizo malo haberlo firmado y habérselo entregado (…) el error mío y se lo dije a mi papá y le pedí disculpas, todo lo que usted quiera, es haber firmado un contrato en donde el hijo del alcalde se ve mal que haga eso”.

Al margen de estas explicaciones, el Ministerio Público avanza en sus pesquisas. Según conoció este noticiero, desde el 30 de mayo pasado le dio traslado a la Fiscalía sobre los miles de chats que hoy enredan al alcalde Hernández y a su hijo.

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