“Mis hijos Lucianni y Ángelo, me han enseñado a luchar, a tener resiliencia. Para mí ha sido una lucha en la que tienes que pisar tus egos para salir adelante por ellos, por ti y por mucha gente que se da por vencida. Es la valentía que sale del coraje de ver la injusticia, pero siempre bajo la luz de Dios, porque si no te vuelves muy egoísta y vengativo” Fueron las palabras de Luly al referirse a sus dos motores de vida, demostrando que esa sensibilidad con la que interpreta todos sus papeles, lo aplica principalmente en su rol como madre.
Sobre ese aspecto que interesa tanto al gran número de admiradores de la bella actriz costeña dijo: “Ya voy para 10 años sola. No tengo novio ni ‘tinieblo’ ni ‘mari-novio’ (risas). Nunca me casé, me eché para atrás dos veces, pero le tengo mucho respeto al matrimonio. Tampoco soy de las que piensa que una mujer se tiene que casar porque quedó embarazada, por eso no me casé y porque el papá de mi segundo hijo nunca quiso ni saber, ni nada. Sin embargo, por ser figura pública es muy difícil encontrar a alguien que tenga la cabeza bien puesta y quiera aceptar el montón de cosas que conlleva este trabajo. Para estar mal acompañado, es mejor quedarse solo. Si va a llegar alguien, Dios lo tiene que traer con todos los juguetes”.
Luly Bossa, actriz, cantante, escritora, en cada uno de esos nuevos retos que le ha puesto la vida, siempre ha salido victoriosa, le atribuye el éxito de su carrera y sobre todo la estabilidad emocional que ha logrado a su profunda fe en Dios y al trabajo de oración con el que ha logrado un acercamiento a esa espiritualidad que le proporciona tranquilidad. Su dedicación y disciplina son destacables, los altibajos de la cotidianidad, los asume con perspicacia y control:
”Tengo momentos de felicidad y momentos de mucha zozobra por mis hijos. Sobre todo por el pequeño, pero tengo que aprender, es una lección para salir adelante” Concluyo la artista.
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