Se encuentra en estudio una singular propuesta para el Pico y Placa.
Y aunque apenas es un borrador, la idea es fijar una medida restrictiva que rija solo para motos y carros matriculados en ciudades distintas a Bucaramanga.
Es algo así como el que paga impuestos vehiculares en nuestra ciudad pueda movilizarse con tranquilidad; y el que no, porque tiene su vehículo matriculado en otra ciudad, sí deba acatar el Pico y Placa.
La iniciativa, en el papel, produciría un beneficio claro para la ciudad.
¿Cuál? Estimular las matrículas de los nuevos vehículos en nuestra localidad, pues hay ciudades del área que tiene mayores números de motos y carros registrados.
Hay que advertir que Bucaramanga es la única ciudad del área metropolitana que cuenta con esta restricción, pues los vecinos municipios de Piedecuesta, Girón y Floridablanca están exentos de ella.
Además la injusticia de la movilidad está en que en Girón, por citar solo un ejemplo, hay registradas 224 mil 884 mil motos, en una población de 180 mil habitantes, y el 90 por ciento de tales motos circulan en Bucaramanga donde el gobierno local tiene que invertir al año más de 4 mil millones en educación vial.
En la capital santandereana solo están matriculadas 40 mil 169 motos.
Y las cifras de los carros matriculados aquí también tienen pensando a las autoridades locales. Mientras en Girón hay 268 mil 418 carros matriculados, en Bucaramanga esa cifra es de 202 mil 313 carros.
Así las cosas, es claro que la ciudad del área que más plata por impuestos vehiculares recibe es Girón.
Antecedentes
No sería la primera ciudad en plantear esta singular iniciativa.
Vale recordar que en mayo pasado, la Administración de Cúcuta oficializó la exoneración de la medida para carros matriculados en Capital de Norte de Santander, argumentando las mismas razones expuestas hoy en Bucaramanga.
Claro está que, en ese entonces, la medida levantó ampolla en las comunidades de los municipios de Villa del Rosario y Los Patios, cuyas administraciones locales consideraban la excepción como un detrimento económico para las direcciones de tránsito de sus poblaciones.
La molestia generada entre los mandatarios de estas dos localidades, que componen el área metropolitana de Cúcuta, transcendió al punto de que ambos estudiaron la posibilidad de retirarse del proyecto de integración urbano si la Alcaldía de Cúcuta no derogaba dicha salvedad. El tema, al final se resolvió por la vía diplomática.
Sea como sea, la propuesta en nuestra ciudad hoy es objeto de análisis. Y a usted ¿Cómo le parece esta propuesta?
VANGUARDIA