En nuestro medio existen ambientes para hacer de una boda un evento lleno de encanto, innovación y naturaleza. La Hacienda El Roble, ubicada en La Mesa de los Santos, se consolida como un destino unique weeding, en el que el encanto que aportan los corredores, los patios, la casa, los jardines y la abundante naturaleza llenan este momento de intimidad y calidez.
La tendencia greenery, una variedad de verde vibrante y revitalizante, marca esta temporada para las novias que quieren hacer de esta fecha un día memorable. Imponentes jardines, aves, mariposas, flores y mucho color, hacen de esta experiencia un evento diferenciador, tanto para la pareja como para los invitados, pues deja atrás la boda tradicional.
Por primera vez en Santander una recepción lució lajas de madera 100 % a la vista para el servicio a los invitados mediante una propuesta de diseño sostenible desarrollada en exclusiva al interior de la Hacienda El Roble. Piezas de madera proveniente de los bosques renovados que cubren y le dan sombra a 320 hectáreas de cafetales allí sembrados.
El contraste de la madera y los toques de flores blancas, así como las cálidas lámparas elaboradas por artesanos de la región en palos de café, inspirados en las antorchas para eventos campestres, son elementos perfectos para crear el ambiente rustic greenery.
Sabores y experiencias
La decoración, así como el menú y el licor marcan otro de los momentos sublimes durante la recepción de una boda.
Una bienvenida con la tendencia más hot en catering para bodas incluye estaciones de pasabocas típicos de la región: la tradicional arepa santandereana, la cuajada con melao, el queso con bocadillo, las miniobleas, los nips de cacao… Entre las bebidas, una limonada natural y, por supuesto, bebidas a base de café, servidas en la emblemática estación que sirve los mejores capuchinos de La Mesa de los Santos, en El Granero, con una máquina italiana.
Si se trata del plato fuerte, la oferta gastronómica de El Roble es inigualable.
La comida tradicional del viejo Santander preparada con técnicas ancestrales slow food adoptadas hace más de 40 años en El Roble, donde se dice que la comida es un “un bocato di cardinale”, y a lo cual se atribuye el nombre de cada plato; es protagonista de principio a fin.
Una combinación de lomito a las finas hierbas, pechuga a la brasa en salsa de la casa, yuca frita, mazorca, ensalada gourmet y chimichurri, crean todo un deleite para los invitados.
El licor también aporta al espectáculo. Whisky, cócteles y todo tipo de tragos largos o cortos para los amigos se suelen servir en el temático bar que forma parte de los diversos escenarios que caracterizan el hotel de la hacienda.
El momento dulce, como suele pasar, lo aporta el ponqué de bodas, preparado y decorado según el gusto de los novios. Para un evento como este, una torta gourmet es un toque de exquisita innovación.
Detalles
La tarjeta de invitación marca el enfoque natural e innovador de la boda. Las suculentas que acompañan la tarjeta, además de un toque romántico que invita a sembrar el amor de los novios, se convierten en un toque ecológico y original.
Un clásico Jeep Safari, un Land Rover de la Hacienda El Roble, es la mejor opción para los novios, tratándose de una boda que inspira autenticidad y amor por la naturaleza.
Las fotos tienen su escenario natural en El Roble. Ambientes encantadores y senderos con árboles de más de 30 metros de altura crean el mejor escenario para el estudio fotográfico de los novios.
VANGUARDIA
