La noche del domingo el fuego, el humo y el calor expulsaron a una familia de su propio hogar y destruyeron sus pertenencias, pero salieron ilesos.
De hecho, la esperanza no ha muerto y tal como lo advirtió ayer Héctor Matiz, “se perdió todo, pero vamos a empezar de nuevo”. La emergencia ocurrió sobre las 10:30 de la noche y, al parecer, el fuego se originó en una de las habitaciones del fondo de la vivienda. Un volador que entró por una ventana pudo haber sido la causa.
“A esa hora estaban quemando pólvora afuera, aquí diagonal a la casa, y la ventana de la última pieza estaba abierta. Creemos que fue un volador que entró por la ventana y prendió fuego en una de las camas”, narró ayer Héctor Matiz.
“Por fortuna, nosotros estábamos afuera. Fuimos a la esquina a comprar comida y cuando de un momento a otro se prendió la casa”, agregó la víctima.
A pesar de la tristeza que embargaba a esta familia, dan gracias porque todos ellos, siete personas que viven allí, están ilesos.
A juicio de los afectados, quienes vivían en calidad de arriendo en esta casa, las pérdidas podrían superar los $25 millones, eso sin contar los daños estructurales.
Hipótesis
Según explicaron las autoridades que atendieron la emergencia, fueron necesarias dos máquinas de bomberos y el trabajo de 18 socorristas.
“Realizamos las maniobras y la versión que dan los propietarios es que un volador pudo ocasionar este incendio. Nosotros no podemos precisar ni afirmar esta hipótesis, pero es la versión de ellos. Desafortunadamente se consume completamente esta vivienda”, señaló el comandante de Bomberos Voluntarios de Barrancabermeja, capitán Alexander Díaz.
El capitán agregó que no se encontraron rastros de pólvora en la vivienda, “pero puede ser que se haya quemado con el fuego”.
VANGUARDIA